Deja la puerta abierta
antes de que te vayas.
Una vez iniciada tu fuga,
ya andaré lejos.
Déjame fuera antes de irte,
esta casa se vacía
todas las mañanas
en tu presencia.
Deja el camino libre
y no interfieras con barruntos;
importa poco
es decir demasiado:
el mundo ya era antes de que llegaras
y seguirá siendo antes de que te vayas.
Cuando estés lejos, simplemente,
serás tú quien no forme parte de él.