• ¿Quién soy? Quien soy
  • Contexto Político; bombardeo de datos
  • Porque hay silencios como textos…

Aquí somos

~ Algunas palabras son sólo silencios como textos

Aquí somos

Archivos de etiqueta: Dolor

Metáfora inversa

31 viernes Mar 2017

Posted by Khajine in Microrrelatos

≈ Deja un comentario

Etiquetas

amor, amor de madre, Dolor, insensibilidad, metáfora, sentimiento


No era capaz de sentir dolor, le diagnosticaron Riley-Day. Sus nociceptores estaban atrofiados desde antes de nacer. El médico les dijo que los niños que no eran capaces de sentir dolor eran poco viables y solían morir muy jóvenes. El psicólogo, en cambio, les dio algunas esperanzas. Les dijo que podían inducirle un reflejo de dolor mediante el dolor psicológico, así que durante toda su infancia lo torturaron en una clínica con diferentes estímulos. Primero comenzaron con pinchazos, y le quitaban un juguete amado. Después, le quemaban y le quitaban su programa favorito. Le exponían a abejas y le hacían escuchar reggaeton.
Cuando a los veinte años le clavaron un puñal en el pecho en una reyerta, sólo alcanzó a afirmar:

-Siento que mi madre no me quiere.

¡Compártelo!

  • Imprimir
  • Facebook
  • Correo electrónico
  • Twitter
  • Reddit

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

El Antitexto

21 lunes Oct 2013

Posted by Khajine in Cuentos cortos

≈ Deja un comentario

Etiquetas

antitexto, apocalipsis, Dolor, escritura, gramática, infección, lenguaje, miedo


Madrid, a 29 de Septiembre de 2047.

Estimados amigos:

Ignorancia avanza. Quinientos años después del nacimiento del Mesías de la literatura se adviene la creación del Antitexto. Nadie se ha percatado aún, aunque sus huellas se encuentran estampadas en todos lados. Nostradamus no había precisado la fecha y nadie se había preocupado de investigar más allá: ¡hasta habían confundido al leerlo Cristo con Texto! Algunos pocos notan enrarecido el ambiente y responden con salvas al aire, intentando atinar a un enemigo que no conocen: ¡La juventud lee muy poco! ¡La televisión no tiene buenos espacios culturales!, pero sólo yo le he visto la cara al mal que le precede. Es una masa enorme, de gris metalizado y multitud de luces azul eléctrico. Pero ahora que nos encontramos frente a frente sé que es demasiado tarde. Debería haber hecho más caso a las señales.

Es como una pandemia, pero permanecía oculta. Pco a poco ha ido tomando las calles. Poco a poco. Incluso contactó con migo. He tratado de evitar sus efectos cuanto he podido y creo que hasta el momento e salido bastante bien parado. Por supuesto, he tomado mis precaucions. Leo más que habitualmente –como dijo Cervantes: ¡hasta los papeles que encuentro en el suelo!-; he evitado a mis amigos más torpes –ya no hablo con ellos–; y incluso he asistido a performances de arte contemporaneo –cosa que odiaba y sigo odiando– para juntarme con intelectuales. Ellos no me han tomado en serio cuando les he hablado de la máquina del Antitexto; no obstante, me admiten en su grupo y asisto a sus pláticas con cierta habituación.

Un dia llendo de camino a casa de uno de ellos observe como la maquina descomunal iba haciendo el espacio entre la gente cada vez mas pequeño. No se daban cuenta pero iban dirigiendose a ella como hacia un embudo y conforme la atravesavan comenzaban a hablar incoerencias. Lo mas terrible de todo es que sin embargo aun se les comprendia al principio. Ellos se entendian entre si asta que su lenguaje se iva convirtiendo en una amalgama de sonidos absurdos. Y aun ntonces parcian ablar el mismo idioma.

Corri lo mas lejs q pude. La ksa de mi amigo no qdaba dmasiado apartada y pude alcanzarla sin q la maquina m absorviera. M salve. No fue la unik vz xo si la q mas cerk stuvo d alknzrme asta ace una smana. Era 1dia soleado xo qndo sali a la caye una larga sombra m impidio vr la luz. Crei q era una nuve xo qndo sali d ella vi klaramnt q avia pasado x dbjo de la makina. Inkpaz d alknzarm a cielo abierto s avia ocultado de mi vista y s convirtio en 1prolongacion dl portal de mi ksa. La makina m avia tndido 1trampa. La unik xplicacion k enkuentro s q yo soy important xa ella.

Ahora trato d aceros ygar ste mnsj para q buskeis los indicios y eviteis la infccion. Leer reduc ls mals y ls atnua un pco xo no s la panacea. Ay q luxar contra ella con todas nustrs armas y eliminar sus aliados. La gerra a comnzado y s tard xa bskar 1solucion pacifica. Dbms konocr nuestro bando y a kien dbms lealtad. Os stoy pidiendo q luxeis kntra mi, q m elimineis.

Slo spero q al final d ste txt no ayais ntendido nada. X dsgracia yo ya si.

Fdo. El Antitexto

¡Compártelo!

  • Imprimir
  • Facebook
  • Correo electrónico
  • Twitter
  • Reddit

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

Carta (de ajuste)

27 miércoles Feb 2013

Posted by Khajine in Poesía

≈ Deja un comentario

Etiquetas

adiós, Dolor, palabra, Vacío


Tus gritos me estremecen.
Tus susurros me estremecen.
Me estremeces.

Tus acciones me afectan
Tu inacción me afecta.
Me afectas.

Tu perfume me arrastra.
Tu hedor me arrastra.
Me arrastras.

Tus palabras me hieren.
Tu silencio me hiere.
Me hieres.

Persigues un adiós.
Un adiós que me persigue.
Adiós.

¡Compártelo!

  • Imprimir
  • Facebook
  • Correo electrónico
  • Twitter
  • Reddit

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

El juicio

18 sábado Ago 2012

Posted by Khajine in Cuentos cortos

≈ Deja un comentario

Etiquetas

Dolor, Este, frialdad, Juicio, muerte, Poder, Rusia


– La quise tanto como se puede querer a una mujer – respondió con su marcado acento del Este -, pero menos que a un perro.

Si le hubieran dejado fumar en la sala, aquél hubiera sido el momento de exhalar una enorme nube de humo. No le habían dejado pero, igualmente, el ambiente se densificó por el gas imaginario.

La abogado le miró con desprecio, pero no pudo aguantarle el reto cuando él le devolvió la mirada, y volvió a dirigirla hacia los papeles que tenía en la mano.

– Repito la pregunta – retomó después de un descanso – : ¿qué explicación tiene para que le encontraran con el cuerpo de la víctima entre sus brazos, empapado en sangre y con el arma aún humeante en la mano?

Sus ojos tenían el iris pálido, pero su mirada era oscura, ausente de arrepentimiento.

– Su piel era tan suave – las eses resbalaron entre sus labios y en su boca se dibujó lo más parecido a una sonrisa, al alzársele la comisura derecha. Después, cerró los ojos y respiró profundamente. Guardó silencio.

– Creo que el acusado puede retirarse – afirmó la letrada al ver que se negaba a responder. Había tantas pruebas en su contra que el juicio era pura interpretación.

El abogado defensor no opuso ninguna resistencia, tan interesado en acabar la farsa como su contrincante. El pelo rapado con corte militar, la mandíbula cuadrada y los pómulos marcados revelaban que compartía origen con el acusado. Y su tranquilidad denotaba que su interés en el juicio consistía sólo en la pantomima.

El acusado abrió los ojos y se dispuso a levantarse, sin esperar la confirmación del juez.

– Sólo una pregunta más – interrumpió la abogado, cargada de pronto de todo el coraje que le había faltado momentos antes – : La víctima apareció desnuda, con moratones por todo su cuerpo y con sangre bajo las uñas; sin embargo, no había rastro de haber sido forzada sexualmente. Los cortes que presentaba usted eran limpios, y no presentaba otros signos de violencia… ¿A quién está encubriendo?

La mirada del hombre se clavó violentamente en la de la letrada y ella pensó que el tiempo era eterno, pero esta vez la sostuvo sin achantarse. Cuando sus pupilas comenzaron a temblar y estuvo a punto de rendirse, él retiró sus ojos, pero no los bajó. Paseó su mirada por toda la sala y fue a pararse un instante en un hombre en la segunda fila del público asistente. Vestía un traje azul oscuro, con raya diplomática gris, todo en lana fría de la mejor calidad. Tenía el pelo entrecano, pero la piel de su cara era artificialmente tersa, dejando entrever todos los huesos de su calavera. Sólo un moratón debajo del ojo izquierdo, aunque bien oculto por el maquillaje, rompía la perfección eslava de su rostro. Confianza y tranquilidad, con una sonrisa leve pero reveladora.

– ¿Fue él? – preguntó ella, señalando al hombre del traje con un dedo acusador.

– Era su última pregunta – respondió desde el estrado, respondiendo a su exaltación con tranquilidad.

– ¡Contésteme! – gritó.

– La quise tanto como se puede querer a una mujer, pero menos que a un perro – fue la contestación que obtuvo, pero pudo ver que en sus ojos habría podido brotar una lágrima si sus emociones no se ocultaran detrás de una máscara.

El juez le dio permiso para retirarse y él lo hizo. Durante un instante se miró las manos y la sonrisa se le borró del rostro. La amó, la salvó y la mató. Después, otra vez, la sonrisa parcial, falsa, esquiliana, se apoderó de su boca, y salió de la sala a zancadas largas y elegantes, escoltado por dos policías.

¡Compártelo!

  • Imprimir
  • Facebook
  • Correo electrónico
  • Twitter
  • Reddit

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

El gálata moribundo

10 lunes Oct 2011

Posted by Khajine in Cuentos cortos, narrativa, poesía..., Poesía

≈ Deja un comentario

Etiquetas

coherencia, Dolor, Gálata moribundo, incoherencia, meta, muerte, pragmatismo, realidad, virtud


Si te preguntan de qué murió

diles que de un pragmatismo cráneo-encefálico,

que la realidad no es dura, es coherente,

y llevarle la contraria es un mal hábito.

– Gálata moribundo, ¿por qué luchas? –

pregunta el vencedor a su vencido -.

¿No viste que tu victoria era imposible?

¿Acaso valen más tus tierras que tus hijos?

La mirada, derrotada, reta al alba,

y sus huesos reposaban contra el suelo;

vivió toda su vida a ras de sueño

sin importarle no despertar por la mañana.

Sus dedos, como clavas de un arado,

hacen surcos para que prendan nuevas siembras

de uvas de la ira ¿para qué generación?

tras su muerte, su simiente ya no queda.

– Gálata moribundo ¿para qué mueres?

¿no previste mi sinfín de legionarios?

¿no contaste, por cada uno de tus celtas,

en mi ejército un centenar mediterráneo?

Y el moribundo gálata ni se rinde ni contesta,

las verdades del acero no arrebatan

ni su furia ni el furor de su mirada.

Que tal muerte, tan gloriosa, no es su fin si no su meta.

– Gálata moribundo, ni te resignas ni claudicas,

no abdicas ni del reino ni de tu espada.

Dejarás ruina para tus nietos por no rendirte

cuando la insumisión no te sirvió para nada.

Y mira a su vencedor romanizado,

ni siquiera de latinos es nacido,

y se ríe y se sostiene su intestino

seguro de su muerte y su dolor, dignificado.

¡Compártelo!

  • Imprimir
  • Facebook
  • Correo electrónico
  • Twitter
  • Reddit

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

Don

06 jueves Oct 2011

Posted by Khajine in Cuentos cortos, narrativa, poesía..., Poesía

≈ Deja un comentario

Etiquetas

amor, cobardía, corazón, Dolor, don, miedo, pecho abierto, privilegio


Por la razón de no llorar cuarenta veces al día

soy capaz de operarme a pecho abierto,

pero casi sin dolor.

¡Ése es mi privilegio!

Apenas siento el amor.

Bomba metálica.

Sístole, diástole.

Simple mecánica.

Succión y expulsión.

No necesito otra dinámica;

no necesito corazón.

Sin embargo, esta bendición se retuerce en mis entrañas.

No es natural

No es sana.

Ahora que comprendes el modo cómo siento no te extrañes

si te grito que no sé, ya, si quiero que me ames.

Y, al final, sé que no es cierto

[nadie mejor que yo te va a querer

(mejor que yo).

Y nadie peor que yo te va a merecer],

pero el salto al vacío aún me da miedo.

(Y, de cadáveres, está el precipicio lleno).

¡Compártelo!

  • Imprimir
  • Facebook
  • Correo electrónico
  • Twitter
  • Reddit

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

Comenta y comparte

Si te gusta el contenido... Comparte el blog o sus entradas , comenta, interactúa, deja el enlace a tu página. Si también tienes un blog, sabes lo importante que es esto. ¡Muchas gracias!

¿Algún tema en particular?

Poesías y cuentos… ¿Qué más?

  • ¿Quién soy? Quien soy
  • Contexto Político; bombardeo de datos
  • Porque hay silencios como textos…

Explorador del blog

  • Cuentos cortos, narrativa, poesía… (340)
    • Cómic Gran ciudad (12)
    • Cuentos cortos (50)
    • Cuentos por capítulos (9)
    • Microrrelatos (42)
    • Poesía (129)
    • Teatro (2)
    • Viñetas (102)
  • documentos serios (3)
  • etimología (1)
  • Héroes (2)
  • Hernando Cosí Y Edgardo Rojas (18)
  • Juegos (3)
  • narrativa (1)
  • OBRAS MAESTRAS (2)
  • Salud y bienestar (10)
  • Semi-ensayo (ensayos inconclusos) (15)
  • Sin categoría (13)
  • Tito (2)

¡Introduce tu dirección de correo electrónico y recibirás la notificación de cada nueva entrada!

Únete a otros 296 suscriptores

Palabras clave

absurdo adiós amar amistad amor arqueología besar Biología café canción chicos cosmo Ciencia ciencia ficción científico cobardía cutreñeta Cómic. decisión dejar desamor deseo despedida Dios distancia Dolor engaño ensayo España Estrella veloz Felicidad Feminismo filosofía futuro García gramática Gran ciudad Hernando Cosí hijo historia falsa hombre humor humor absurdo humor negro Indestructible ira ironía juego justicia la esfera lógica madurez miedo muerte mujer México naves espaciales odio olvido pasado Perspectiva Poder poesía poeta política procesador pueblo realidad religión respuesta sexo silencio soneto sueño sueños tiempo tristeza valentía vida viñeta ética

¡Entradas de moda! (no se dejen arrastrar)

  • Ninguno

Enlaces

  • Te sacará una sonrisa Nada más y nada menos,. 0
  • Dibujos, poesía, relatos… Arte. Aquí encontraréis a un pensador y artista mexicano. 0
  • Pensamientos incómodos De todo un poco, pero sobre todo Arte y Conciencia. Página “marvellous marvellous”…y de un coleguita. 0
  • Página de maquillajes y moda Página de una amiga en la que veréis gangas y recomendaciones para la belleza 0
  • Página de Letras Dedicado a cuentos, relatos, poesías… de autores noveles y no tanto. 0

Administración…ya sabéis

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Visitas acumuladas

  • 19.276 (ése eres tú, ni más ni menos)

Entradas más populares (no se dejen arrastrar)

  • Lo peor de la poesía
  • Almas gemelas
  • ¿Cuál sería el título?
  • Tren de pensamiento
  • Vikingos AM (antes de la minifalda)
  • En veredas sin rumbo
  • De hitos
  • Facciones del infierno (súcubo)
  • Una moral ardiente
  • Soldados en blanco y verde

Blog de WordPress.com.

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • Aquí somos
    • Únete a 126 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • Aquí somos
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...
 

    A %d blogueros les gusta esto: